Las cosas que más pueden influir a la hora de busca una playa donde pasar el día, pueden ser la belleza del propio lugar y por supuesto la facilidad de acceso que este presenta. Está claro que si podemos llevar el coche y aparcarlo a escasos metros de la orilla, esta va a ser la elección del gran publico y como consecuencia se producirá una masificación de visitantes en las horas puntas del día.
Siempre hay que tener en cuenta la gente que cabe en una playa y el número de aparcamientos que se ponen a disposición de los visitantes, si esto no se tiene en cuenta adecuadamente pueden ocurrir verdaderas aglomeraciones en la arena donde ya no hay espacio suficiente para disfrutar adecuadamente.
Si esto llega a ocurrir puede terminar con la belleza y la magia de un lugar, aunque la administración pretenda facilitar el acceso para que todos disfruten hasta de las playas más recónditas, ello puede terminar siendo contraproducente.
Algo así es lo que está sucediendo este año en Cala Turqueta, donde se ha habilitado un segundo aparcamiento provisional con el que se duplica el número de coches que pueden aparcarse en la zona. Actualmente se encuentran habilitados 300 aparcamientos y si tenemos en cuenta que en esta playa también paran las golondrinas a dejar turistas, el resultado es de lo más inadecuado cuando uno piensa en lo que es una playa menorquina “Aislada”.
Hay que tener en cuenta que cuando un turista elige Menorca como destino, lo hace con la idea preconcebida de que se trata de una isla tranquila en la que predominan las playas aisladas. Si vas por primera vez y te encuentras una aglomeración similar a la que se puede ver en cualquier gran ciudad, lo más seguro es que no te queden ganas de volver una segunda y tampoco la recomiendes.
Por suerte en esta isla hay muchas playas y siempre se puede encontrar una a nuestro gusto, espero que se mantenga cierto control y Menorca siga manteniendo su esencia, más turistas no quiere decir mejor.
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