En este yacimiento podremos hacernos una idead de como vivía la gente en la prehistoria; más allá de los espectaculares talayots que suelen servir como reclamo. Las sensaciones que aquí pueden percibirse son muy especiales, sobretodo cuando uno camina por la zona en la que se encuentra el conjunto de casas talaióticas y algunos recintos cubiertos con columnas. Caminar entre los estrechos muros y ver que cada piedra estaba puesta con una intención premeditada, es una sensación extraña y al mismo tiempo familiar, si a eso le sumamos el silencio que ofrece este lugar, la experiencia es única.
El santuario y la taula: en este recinto sagrado se hacían hogueras, se realizaban sacrificios, ofrendas, y todo ello dedicado a la fertilidad del ganado y de la propia tierra. Dentro del santuario se encuentra la Taula de Talatí, en la que se apoya la pilastra, seguramente causado por un desplome accidental, pero que ha dado como resultado un conjunto muy llamativo.
El gran Talaiot central: lo encontramos en la cota más alta del poblado, junto a un gran número de estructuras adosadas. Se ha llegado a la conclusión de que su principal utilidad era la de servir como un sitio desde el cual vigilar y controlar el territorio.
El muro: construido mediante grandes losas de piedra rodea el poblado, en algunas zonas se confunde con lo que podría ser la propia pared de algunas casas talaióticas.
Encontramos también algunos elementos sin identificar como una construcción circular que puede tratarse de un pequeño talaiot (9) o una cueva natural con el techo parcialmente desplomado y que se cree pudo haber servido para realizar enterramientos antes de la cultura talaiótica. Aun queda un largo trabajo por realizar, muchas zonas deben excavarse y seguir de esta forma la investigación.
Horario y precio
10:00 a 20:00
4€/persona