El muro que rodea el asentamiento fue construido con grandes bloques de piedra encajados entre si, sin utilizar ningún tipo de mortero para unirlos, esta técnica conocida como ciclópia era la más utilizada para construir en la época talayótica. La espectacularidad del muro sigue conservándose en gran medida, a lo largo de sus 870 metros de longitud se pueden ver zonas de la muralla donde su altura alcanza los tres metros, por dos metros de ancho.
En el tramo norte de la muralla se pueden ver pequeños espacios que permitían a una persona caminar por su interior.
A lo largo de la parte exterior de la muralla se pueden identificar hasta seis torres de planta rectangular, que se utilizaban como torres de vigilancia y que fueron añadidas en época romana para conferir mayor seguridad al perímetro del asentamiento.
En el interior del poblado podremos ver una taula, una cisterna posiblemente utilizada con fines rituales, varios talayotes y algunos restos de viviendas.
Acceso
Libre